Esta revisión sobre la melatonina actualiza los conocimientos sobre esta hormona y su utilidad clinica.

La melatonina es una hormona especial que actúa regulando el ritmo biológico según el tiempo. Para ello ha desarrollado formas de acción únicas, mediadas por receptores o no. La forma inmediata de acción es similar a la clásica y conocida interacción hormona-efectora. La diferencia es que, además de los efectos medibles de inmediato (p. Ej., La inhibición de la síntesis de AMP cíclico (AMPc ) ), la melatonina realiza, durante la noche, efectos que solo se verán durante el día siguiente, después de que cese la acción melatoninérgica. Además, debido a sus mecanismos especiales de síntesis y sincronización con el ciclo de luz / oscuridad ambiental, la melatonina actúa como un sincronizador interno de los ritmos circadianos y circanuales, sincronizando en consecuencia la fisiología y el comportamiento del organismo con el día, la noche y las estaciones ambientales del año.

Además, la melatonina es crucial para la transferencia transplacentaria del tiempo circadiano y estacional. La descendencia está preparada de antemano para hacer frente a la fase ambiental diaria y anual después del nacimiento, expresando lo que debe considerarse una respuesta adaptativa predictiva en el dominio del tiempo típico.

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Teniendo en cuenta estas características fisiológicas hormonales particulares de la melatonina, es posible definir algunos síndromes patológicos relacionados ella y valorar las pautas generales para la evaluación clínica del tratamiento con melatonina. Además de los síndromes hormonales clásicos relacionados con la hipo-melatonina y la producción de hiper-melatonina, también se deben considerar los síndromes clínicos relacionados con la respuesta inapropiada mediada por el receptor de melatonina y los efectos del tiempo característicos de la melatonina, ya que causan la ruptura de la organización temporal interna del organismo.

En lo que respecta a la terapia con melatonina, se deben tener en cuenta varias precauciones: restringir la administración crónica a la noche; el tiempo de administración debe elegirse cuidadosamente de acuerdo con el efecto deseado; y la dosis y la formulación deben adaptarse individualmente para construir un perfil de melatonina en sangre que imite el fisiológico y finalice al comienzo de la mañana.

Además, se debe tener en cuenta la sociedad urbana actual y los procesos de producción industrial organizados, ya que ambos dependen de la presencia de luces interiores durante la noche e incluyen el uso profuso de dispositivos electrónicos cuyas pantallas son ricas en luz azul de longitud de onda. . La luz durante la noche retrasa el inicio del episodio secretor de melatonina y reduce su nivel máximo, causando hipomelatoninemia crónica, privación del sueño y, eventualmente, cronodisrupción.

Finalmente, cuando se cumplen 60 años del aislamiento de melatonina, es hora de sistematizar el conocimiento actual e introducir un lenguaje común en el campo. También es hora de que las ciencias endocrinas y neuronales consideren la pineal como una glándula y la melatonina como una hormona, incluyéndola en los programas docentes de ciencias biológicas y médicas; así como definir los síndromes clínicos que involucran alteraciones en la producción de melatonina. Al mismo tiempo, es crucial discutir y establecer pautas para el uso clínico de la melatonina para fines de tratamiento. La presente revisión tiene como objetivo arrojar luz sobre algunos de estos temas, estimulando una forma más amplia y clara de pensar y percibir la melatonina.

 

https://academic.oup.com/edrv/article/39/6/990/5094958