En los brotes psicóticos de origen tóxico, relacionados con el consumo indebido de cannabis, las intervenciones conductuales destinadas a reducir el consumo de esta sustancia no han tenido mucho éxito en esta población.

El cannabidiol (CBD) es un fitocannabinoide que se encuentra en el cannabis, aunque a bajas concentraciones en las variedades modernas. El CBD tiene un amplio perfil farmacológico, pero, a diferencia del Δ9-tetrahidrocannabinol (THC), el CBD no activa los receptores CB1 o CB2 y tiene a lo sumo efectos subjetivos sutiles.

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La creciente evidencia científica indica que el CBD actúa como antipsicótico y ansiolítico, y varios informes le atribuyen efectos neuroprotectores. Además, el CBD atenúa los efectos perjudiciales del THC, tanto aguda como crónicamente, incluidos los efectos cognitivos psicógenos, ansiogénicos y deletéreos.

Esto sugiere que el CBD puede mejorar la trayectoria de la enfermedad de las personas con psicosis temprana y el uso indebido de cannabis comórbido en particular, una población con un resultado pronósticamente deficiente y sin intervención efectiva especializada.

 

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29083450