El hallazgo, basado en la activación en ratas de los canales iónicos ASIC1a de las células de la amígdala basolateral, podría dar lugar al desarrollo de un nuevo mecanismo para el control corporal de trastornos emocionales.



El aumento de la acidez en el centro de control emocional del cerebro reduce la ansiedad, según un estudio realizado en animales que se publica en Journal of Neuroscience. El hallazgo podría dar lugar al desarrollo de un nuevo mecanismo para el control corporal del miedo y la ansiedad.

Los trastornos de ansiedad, que se caracterizan por la incapacidad de controlar los sentimientos de miedo e incertidumbre, son el grupo más frecuente de enfermedades psiquiátricas. A nivel celular, estos trastornos están asociados con una mayor actividad en la amígdala basolateral (BLA, por sus siglas en inglés), que desempeña un papel crucial en el comportamiento emocional.

Muchas células de la BLA poseen canales iónicos de detección llamados ASIC1a, que responden a los cambios de pH en el exterior de la célula. La doctora Maria Braga y sus colegas de la Facultad de Medicina F. Edward Hébert, de la Universidad de Ciencias de la Salud, en Bethesda, Maryland, Estados Unidos, observaron en animales que la activación de ASIC1a disminuyó la actividad de las células cercanas y redujo la ansiedad.

"Estos hallazgos sugieren que la activación de estos canales, específicamente en las áreas relacionadas con el miedo como la amígdala, pueden ser una clave para la regulación de la ansiedad", afirma Anantha Shekhar, que estudia los trastornos de pánico en la Universidad de Indiana. A su juicio, el desarrollo de medicamentos para estimular estos canales podría proporcionar una nueva forma de tratar la ansiedad y otros trastornos del miedo, como el estrés postraumático y los trastornos de pánico.
Activación de ASIC1a

Para determinar el efecto de la activación de ASIC1a en las células vecinas, el grupo de Braga bañó células de la BLA en una solución ácida en el laboratorio y midió las señales enviadas a las células cercanas, observando que, al disminuir el pH de la solución, se reducía la actividad de las células en la BLA.

La activación de ASIC1a también afectó al comportamiento de las ratas, de manera que cuando los investigadores administraron un fármaco que bloquea ASIC1a directamente en la BLA, aquéllas mostraron más ansiedad que los animales que no recibieron el medicamento. Por el contrario, cuando recibieron un medicamento diseñado para aumentar la actividad de los canales ASIC1A en la BLA, los animales mostraron menos ansiedad.

"Nuestro estudio pone de relieve la importancia de identificar y dilucidar los mecanismos implicados en la regulación de la función cerebral para el desarrollo de terapias más eficaces para el tratamiento de enfermedades psiquiátricas y neurológicas", subraya Braga. Aunque los resultados sugieren que fármacos dirigidos a los ASIC podrían algún día conducir a nuevas terapias para los trastornos de ansiedad, Braga señala que "se necesita más investigación para entender los roles que desempeñan los canales ASIC1A en el cerebro".

JANO.es • 26 febrero 2014 13:21