Las pesadillas son episodios nocturnos vívidos, inquietantes o aterradores que a menudo involucran sentimientos intensos de temor, humillación o fracaso.

La Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño, Tercera Edición (ICSD-3), define el trastorno de pesadilla como una parasomnia (es decir, un comportamiento anormal o inusual del sistema nervioso durante el sueño) generalmente asociado con el sueño de movimientos oculares rápidos. Los criterios diagnósticos mínimos incluyen episodios recurrentes de despertares de sueños perturbados, estado de alerta total al despertar con un recuerdo claro del sueño, y un retraso en el regreso al sueño o la aparición del episodio en la segunda mitad del período del sueño.

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Las pesadillas ocasionales son bastante comunes, pero el trastorno de pesadilla ocurre entre el 2% y el 6% de los adultos. Las pesadillas recurrentes pueden ser idiopáticas, pero a menudo están relacionadas con el trastorno de estrés postraumático (TEPT), los trastornos psiquiátricos subyacentes o el uso de medicamentos. El documento de posición 2018 de la Academia Americana de Medicina del Sueño brinda orientación sobre el tratamiento farmacológico y no farmacológico.

La intervención conductual con terapia de ensayo e imágenes es actualmente la única estrategia de tratamiento recomendada para todos los pacientes con pesadillas recurrentes. Prazosina se puede usar para tratar el trastorno de pesadilla idiopática y el TEPT. Se han estudiado antidepresivos, ansiolíticos, anticonvulsivos, antipsicóticos y otros agentes, con resultados mixtos. El trabajo hace una revisión actualizada de dichos tratamientos.

 

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