Puede que dentro de unos pocos años, un médico y un paciente se consideren Patrimonio Inmanterial de la Humanidad; concretamente la relación que los une.
La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) ha empezado un proceso para que esta figura, de la que ya se hablaba en tiempos de Hipócrates llegue a ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El responsable de este proyecto es Patricio Martínez, que fue secretario general de CESM y ahora es su presidente de honor, que ve con “optimismo” el proceso que se abre por delante. Durante dos o tres años, “habrá que buscar alianzas con asociaciones de pacientes e incluso con los decanos de la facultades para abordar su peso con investigadores de Historia de la Medicina para que constaten su importancia histórica y científica”.
El primero de los pasos a seguir es ganarse el apoyo de la Organización Médica Colegial para después ir ganándose al resto de asociaciones y plantear un proyecto al Gobierno ya que es este quien debe elevar la petición para su reconocimiento a la Unesco. Pero Martínez no quiere quedarse solo en eso: “Queremos implicar al resto de colegios e instituciones de médicos europeos y también hablar con asociaciones de América Latina para que se sumen al proyecto”.
Por qué ahora
La idea de luchar por el reconocimiento de esta figura como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad surge de Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes fallecido en 2013. La propuesta de Jovell no se pudo llevar a cabo “porque estábamos colapsados con todo el conflicto por el plan Bolonia”.
Martínez reconoce que ahora han recuperado esta iniciativa porque “esta figura está en peligro por las nuevas tecnologías y los nuevos medios”. Considera que internet, aunque ha traído cosas buenas, está socavando en parte la confianza hacia los médicos ya que “hasta se lleva la consulta a internet”.
Precisamente la confianza en los médicos es uno de los pilares de esta relación que, según Martínez, se completa con el conocimiento del sanitario. “El profesional aporta el saber hacer y el paciente aporta su confianza en él”, explica, y apunta a que este vínculo se basa en la “profesionalidad, la humanidad y la ética”.
Si bien es un Estado miembro de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial quien debe pedir la inclusión de un bien o una tradición en la lista, este no tiene que limitarse sólo al peticionario y puede compartirse entre varios países. Por ejemplo, la cetrería está registrada a nombre de 14 países, entre ellos España.
Es por eso que CESM desea reunir todos los apoyos posibles para lograr que la relación que ha acompañado a médicos y pacientes durante más de dos milenios sea reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
http://www.redaccionmedica.com/noticia/los-medicos-quieren-que-su-relacion-con-el-paciente-sea-patrimonio-de-la-humanidad-95072