El suicidio es difícil de comprender para quienes no están familiarizados con las funciones mentales y aun a pesar de una especialización en áreas de la salud mental.
En este artículo, aunque las conclusiones permanecen limitadas, sugieren que las habilidades neurocognitivas comparables entre los grupos presentan diferencias que surgen en dos subdominios de funcionamiento ejecutivo al comparar a los individuos que tienen intentos suicidas, con los que solo presentan ideas suicidas: la inhibición y la toma de decisiones.
Estos tipos de déficits de funcionamiento ejecutivo a menudo tienen orígenes evolutivos en la infancia entre los individuos. Es por esto que se cree que estas funciones cognitivas potencialmente relevantes para la ideación suicida pueden ser guía de líneas de una investigación más detallada y exhaustiva.
Durante la última década, el suicidio ha afectado a nuestra sociedad y es una de las principales causas de muerte entre los adultos. Las tasas de suicidio entre niños y adolescentes también han seguido aumentando, y ahora el suicidio es la tercera causa de muerte en menores de 14 años.
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En su mayor parte, la investigación sobre la ideación suicida y los intentos de suicidio tiende a centrarse en la identificación de los factores de riesgo que pueden ayudar a distinguir a aquellos que tienen síntomas clínicamente significativos de psicopatología y de ideación e intento suicida, de quienes ya los han presentado. Sin embargo, la predicción del riesgo no avanza en la investigación. Un metanálisis reciente concluye que después de 50 años de investigación, gran parte de esto parece deberse al azar.
Dada la dificultad de identificar factores de riesgo sólidos, los diseños longitudinales en el desarrollo que investigan cómo y por qué se desarrolla la ideación suicida, se siguen en el tiempo hasta presentar las acciones suicidas, lo que podría ser un enfoque más novedoso y fructífero.
Cada vez es más importante para los médicos reconocer que los pensamientos y acciones suicidas pueden comenzar mucho antes de lo que reconocemos. Tristemente, esto ha permeado en niños y se han evidenciado pensamientos, acciones, e intentos suicidas, en este grupo de edad.
La tendencia suicida de inicio preescolar es un fenómeno clínicamente importante que debe evaluarse cuidadosamente como un marcador de riesgo de ideación/conducta suicida en curso, así como de psicopatología.