Los adolescentes y adultos jóvenes con antecedentes problemáticos tienen un riesgo mayor de suicidarse, sugiere un nuevo estudio.
Los niños expuestos al suicidio en la familia, los trastornos de salud mental de los padres y una conducta criminal sustancial de los padres tuvieron las tasas más altas de suicidio, encontró el estudio. Los hallazgos “enfatizan la importancia de comprender los mecanismos sociales del suicidio y la necesidad de intervenciones efectivas a principios de la vida que busquen aliviar el riesgo de suicidio en los niños con desventajas”, según la autora del estudio, Charlotte Bjorkenstam, del Instituto Karolinska en Suecia, y sus colaboradores.
Imagen por White77 de pixabay.com
La investigación incluyó a casi 550,000 personas de Suecia, nacidas entre 1987 y 1991. Se siguió la salud de los participantes del estudio hasta que cumplieron 24 años de edad. Durante el periodo de seguimiento, hubo 431 suicidios.
Los autores investigaron los vínculos entre el suicidio y siete indicadores de adversidad en la niñez entre el nacimiento y los 14 años de edad. Los indicadores fueron las muertes en la familia (el suicidio se analizó por separado), el abuso de sustancias por parte de los padres, los trastornos psiquiátricos de los padres, la criminalidad de los padres, la separación de los padres o los hogares monoparentales, que la familia recibiera asistencia pública, y la inestabilidad residencial (dos o más cambios en el lugar de residencia).
Aparte de la separación de los padres o los hogares monoparentales, todos los indicadores de adversidad en la niñez se asociaron con un aumento de más o menos el doble en el riesgo de suicidio, señalaron los autores del estudio. El riesgo fue particularmente alto entre los que tuvieron dos o más adversidades de la niñez, según el estudio, publicado el 20 de abril en la revista BMJ.
Los investigadores señalaron en un comunicado de prensa de la BMJ que el estudio “ofrece evidencias claras de que las adversidades en la niñez que son comunes en la población general se asocian con un riesgo más alto de suicidio en los adolescentes y adultos jóvenes”.
Pero es importante indicar que el estudio no puede probar una relación causal. Se diseñó para encontrar solo una asociación entre el suicidio y ciertas dificultades en la niñez. El riesgo general de suicidio en los jóvenes es muy bajo, y la mayoría de los niños que experimentan esas adversidades no se suicidan más adelante.