Objetivo- Determinar si el uso elevado y cumulativo de benzodiacepinas se asocia con un riesgo más elevado de demencia o de declive cognitivo más rápido.
Diseño- Estudio prospectivo de cohorte basado en la población.
Localización- Sistema de atención sanitaria integrada en Seattle, Washington, EE.UU.
Participantes- 3.434 participantes mayores de 65 años en la fase basal. Hubo dos rondas de reclutamiento (1994-96 y 200-03) seguidas de reclutamiento mantenido que comenzó en el año 2004.
Variables de observación principal- Se administró el instrumento de cribado de habilidades cognitivas (CASI) cada dos años para detectar demencia, y se utilizó para examinar la trayectoria cognitiva. Se determinaron los casos de demencia y enfermedad de Alzheimer con criterios de diagnóstico estándar. Se definió la exposición a benzodiacepinas a partir de datos informáticos de farmacia, y consistía en las dosis diarias totales estandarizadas (TSDD) dispensadas durante un periodo de más de diez años (una ventana que se movió durante el periodo de seguimiento). El año más reciente se excluyó debido al posible uso de síntomas prodrómicos. Se emplearon modelos de riesgo proporcional de Cox para examinar las variaciones en el empleo de benzodiacepinas y el riesgo de demencia. Los análisis de trayectoria cognitiva emplearon modelos de regresión lineal con ecuaciones estimativas generalizadas.
Resultados- A lo largo de un periodo de seguimiento de 7,3 años, 797 participantes (23,2%) desarrollaron demencia, de los cuales 637 fueron casos de enfermedad de Alzheimer. Para la demencia, las tasas de riesgo ajustadas asociadas con el uso cumulativo de benzodiacepinas comparado con el de personas que no los recibían fue de 1,25 (95% intervalo de confianza, de 1,03 a 1,51) para 1-30 TSDD; 1,31 (1,00 a 1,71) para 31-120 TSDD; y 1,07 (0,82 a 1,39) para ≥121 TSDD. Los resultados fueron similares para enfermedad de Alzheimer. El uso más elevado de benzodiacepinas no estaba asociado con un declive cognitivo más rápido.
Conclusión- El riesgo de demencia es ligeramente más elevado en personas con exposición mínima a benzodiacepinas, pero no con los niveles de exposición más elevados. Estos resultados no respaldan una asociación causal entre el consumo de benzodiacepinas y la demencia.
http://www.bmj.com/content/352/bmj.i90